Escribir no es sano. Joyce Carol Oates

«La escritura es un campo repleto de tensión. Cualquier actividad artística lo es. En ciertos aspectos no resulta, creo, psicológicamente saludable. Es perturbador y turbulento."

martes, 2 de marzo de 2010

Arte Poética de Juan Gelman

Arte Poética de Juan Gelman

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,
como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.

A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.

Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Nacho: ¿vps eliminaste tu propio comentario?

    ResponderEliminar
  3. jejje, sí, sí, como mi presión anda medio loca me patina un poco el rígido (más de lo común); recuerdo que reflexionaba sobre la aproximación pasional (y no analítica) a la poesía y sobre lo coincidente de lo expresado en el poema con mi situación de vida: me gusta la Literatura pero trabajo con escritura académica por una necesidad de la sociedad en la cual vivo. Algo así, cariños

    ResponderEliminar
  4. Bueno, visto y considerando que la soledad me atrapa loco ("ahora mismo hablaba de mí conmigo") regáloles con cariño este poema de César Vallejo(el padre de la poesía latinoamericana):

    LXXV
    Estáis muertos.
    Qué extraña manera de estarse muertos. Quienquiera diría no lo estáis. Pero, en verdad, estáis muertos.
    Flotáis nadamente detrás de aquesa membrana que, péndula del zenit al nadir, viene y va de crepúsculo a crepúsculo, vibrando ante la sonora caja de una herida que a vosotros no os duele. Os digo, pues, que la vida está en el espejo, y que vosotros sois el original, la muerte.
    Mientras la onda va, mientras la onda viene, cuán impunemente se está uno muerto. Sólo cuando las aguas se quebrantan en los bordes enfrentados, y se doblan y doblan, entonces os transfiguráis y creyendo morir, percibís la sexta cuerda que ya no es vuestra.
    Estáis muertos, no habiendo antes vivido jamás. Quienquiera diría que, no siendo ahora, en otro tiempo fuisteis. Pero, en verdad, vosotros sois los cadáveres de una vida que nunca fue. Triste destino el no haber sido sino muertos siempre. El ser hoja seca, sin haber sido verde jamás. Orfandad de orfandades.
    Y sin embargo, los muertos no son, no pueden ser cadáveres de una vida que todavía no han vivido. Ellos murieron siempre de vida.
    Estáis muertos.

    ResponderEliminar